Una visita diferente será la que transita desde el humilladero de la cañada a la Iglesia; comenzaremos reuniéndonos en torno a la Ermita de San Blas, antiguo humilladero en donde se encomendaban los ganaderos de la Mesta antes de subir el puerto de Candeleda con sus ganados. Se benefició de diversas ampliaciones y guardó los restos de San Bernardo, tras la desamortización.
En la misma cañada se levanta, ahora, el rollo jurisdiccional, símbolo del poder municipal tras la concesión de la carta de villazgo a Candeleda en 1393.
Este conjunto está situado en el descansadero de la Cañada de la Mesta, donde podremos conocer la importancia que tuvo la ganadería para la creación y pujanza de Candeleda.
Tras un breve paseo por el pueblo llegaremos a la Iglesia Parroquial de la Nª Sª de la Asunción, edificio característico del arcaísmo gótico del siglo XIII. Cuenta con un retablo principal de 1570, rejería semigótica y un excepcional retablo de cerámica de Talavera de 4,35 por 2,85 m. obra de Juan Fernández, posterior azulejero en El Escorial. Cuenta con otras cerámicas y un artesonado mudéjar. Además de lugar de culto, ha sido sede del concejo, que se reunía “a campana tañida”, cementerio y cárcel.