Comenzaremos la ruta con la visita al Castro de El Raso, uno de los yacimientos célticos más importantes de toda la península. Sus más de quince hectáreas están protegidas por una muralla de casi dos mil metros de longitud y un potente sistema defensivo. Estuvo habitado, entre siglo III y I a.C., por una población superior a las mil quinientas personas; explicaremos los distintos establecimientos humanos a lo largo de la garganta de Alardos, y conoceremos el modo de vida de sus habitantes, los vettones.
Proseguiremos nuestra ruta por la ladera de la sierra hasta llegar al Santuario de Chilla, enclavado en un paraje de vegetación exuberante. Esta ermita es el centro de la espiritualidad del sur de Gredos, y su origen se remonta a los celtas. En sus celebraciones se mantienen ritos de la Cerialia romana y conserva restos visigodos. La cristianización de la ermita se produjo durante la reconquista con la aparición de la Virgen a un pastor, a la que se atribuyen numerosos milagros y hechos curiosos. Su romería está declarada de Interés Turístico Nacional.
Para concluir, tras callejear por el casco viejo de Candeleda, el Museo Histórico-Etnográfico municipal nos recibirá con un espectacular verraco de piedra. Observaremos una serie de tumbas de la edad del Hierro y útiles de hierro y cerámica de la vida cotidiana de los habitantes del castro de El Raso. También, una tumba medieval a escala, documentos del Archivo municipal que nos permitirán conocer la repoblación medieval y la importancia ganadera de esta zona del sur de Ávila, y el escudo original de Candeleda.
En esta apasionante jornada por la naturaleza, haremos un descanso para comer eligiendo alguno de los tradicionales productos de la zona y sus peculiares guisos: migas, patatas revolconas, sopas de cachuela, caldereta de cabrito, magro con pimientos…